-Última noche-

Aquella quinta noche del sexto mes, en los tiempos de los casamientos premeditados, dos amantes prohibidos contemplan su ultimo cielo juntos.Habla ella y su voz se quiebra.-Oh amado mío, ¿que será sino la muerte en vida después del próximo alba?, cuando ajenos sean los brazos que me envuelven. Esta tierra no me depara mas que un pleito entre lo incierto y lo predestinado, lo que debo y no puedo. ¡Malditos sean los titiriteros de mi existencia!- El toma su mano y atiende a su pedido.-Querida no desesperes en vano, solo soñar despierta te salvara del pacto que en contra de tus deseos te han asignado. Solo usted, amada mía, tiene el don de que el Sol se torne negro, con la maravillosa magia que reside en sus voz, y con esa magia genere fortaleza en contra del tiempo que mis brazos la esperan en la gloria de la eternidad.-Ella habla, nerviosa.-¿Pero qué es este momento? El ultimo de mi real existencia. Mi castigo es diferente al suyo pero igualmente doloroso.-El la toma entre sus brazos y dice.-No prefieras la muerte, luz de mis ojos, ya que con ella tus mejillas, ruborizadas ahora, serán como el marfil y nunca podría permitirlo. Vive como marioneta de deseos ajenos, hasta que tus pies no tengan la fuerza de pisar siquiera las nubes, vive hasta que el destino te envíe de vuelta a mi lado, ámame en vida como yo te amare en muerte.-Ella lo mira a los ojos y dice sus últimas palabras.-Mañana en tu último segundo oraré, para que mi corazón tenga fortaleza hasta que el soberano del inframundo deje abiertas las puertas del cielo hacia nuestro próximo encuentro. Vé amado mío, hacia tu última noche, disfruta mi beso de despedida y sueña con nuestro reencuentro.-Ella lo besa y antes de irse él le dice.- No derrames diamantes de tus ojos, no es despedida, sino un breve hasta mañana; ahora duerme mi musa y sueña con nuestro paraíso de gotas de Sol, duerme y piensa en lo eterno, duerme mi querida, duerme.

Hika.